Mientras en el Monumental ya no lo volaban ni las moscas, por la zona mixta del estadio todavía algo de movimiento había. Era momento de escuchar a los protagonistas, a los que le devolvieron el alma a sus hinchas después el 2-1 sobre Santamarina, que significó un premio doble: volver a ser escolta y a descontarle dos puntos al líder, Patronato, que ayer empató con Boca Unidos, en Corrientes.
Uno de los actores de rol de la noche fue Guillermo Acosta, por varios motivos. El importante, fue el cerrajero del encuentro. Su media volea al corazón de la red de Leandro Requena destrabó el 0-0. Otra, “BB” jugó más pegado sobre la raya derecha y también suelto en ofensiva. O sea, siendo libre, el de Banda del Río Salí mostró sus dotes de peligroso en campo contrario. Fue clave al inicio.
Cuando fue el turno de las entrevistas, Acosta contó con un socio inseparable, Cristian Menéndez, el delantero que no dejó morir la pelota en la raya de salida antes del 1-0 parcial de Guillermo. El rubio era una estatua al lado del petiso tucumano. Menéndez fue algo así como el patovica de Acosta. Y fue un socio en las bromas también cuando LG Deportiva le consultó entre risas a “Guille” si se sentía el “Muñeco maldito” de Santamarina, por haberlo amargado. “BB” quedó off side cuando Menéndez entró a decir lo suyo. “Sí, es maldito, es la verdad. Es maldito para todo, je”, rió el “Luchador”, que después de las bromas le entregó todo el protagonismo a quien se llevó el título de figura de la cancha por lo realizado en los 90 minutos.
“Le dedico el gol a mi hijo y también a todos los chicos del país que festejaron su día”, decía algo protocolar Acosta cuando el reloj evidencia que era lunes y no domingo. “Estoy muy contento”, reconoció el volante mientras contaba que Thiago había recibido otro obsequio, además de la sorpresa de papá. “Nos pidió una tablet. Y bueno, se la regalamos”, comentaba el orgulloso papá.
Un pensamiento generalizado entre los “decanos” fue que se dejó todo lo que había que dejar en la cancha. “Y sí, era un rival directo. Santamarina tiene un gran equipo y se hizo sentir, como nosotros también le hicimos sentir a ellos que Atlético está para grandes cosas”, apeló al juego de palabras el hombre cuyo olfato de gol ayer fue venerado por el alud de gritos que desencadenó su conquista.
Fue una movida en la que Menéndez busca espacio pegado a la raya cercana al área chica. Buscó “Polaco” el pase al costado, Nicolás Romat lo tomó y éste devolvió hacía donde estaba Acosta. Con marca encima, “Bebé” se las ingenió, cerró los ojos, como el mismo lo aclarará en segundos, y le dio con alma y vida. Gol: 1-0 para Atlético. “Yo le pegué a la pelota, ja, no sabía si había entrado o no cuando le di. Cuando escuché el festejo de los hinchas me quedé tranquilo, je, je, je”, confesaba suspiro mediante el chiquitín “decano”, que de a poco va levantando su nivel. “Por ahí venía jugando en otras posiciones, pero contra Santamarina lo hice en una que me gusta y que me da la chance de llegar al arco. Estoy contento por eso”, aseguró Acosta, que relojea el fútbol de Primera. “Dios quiera se nos dé”.